EL FUTURO ES OPEN

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Nillireth Rodríguez

Líder de Regulación y Asuntos Institucionales de Payválida

Títulos como el de esta nota y enunciados del mismo estilo han dado inicio en Colombia a una conversación profunda sobre el Open Finance (Finanzas Abiertas), entendidas de manera amplia, como una serie de reglas, mecanismos y protocolos para compartir datos de las personas con el fin de mejorar productos, servicios, comisiones, rentabilidades o tarifas, entre otros beneficios.

Más que una tendencia o una moda, las Finanzas Abiertas marcan un hito dentro de un gran proceso de apertura de la información que viene revolucionando la cotidianidad y que con el tiempo se espera haya llegado al Open Society (Sociedad Abierta), en donde todos los datos, en todas las industrias, incluidos los datos de las interacciones con el Estado, se encuentren disponibles y al servicio de las personas en aras de generar mayor valor, opciones y oportunidades.

El eje fundamental, la información, datos que van más allá del nombre, el número de cédula o el número de una cuenta o tarjeta, en esta apertura de información se incluyen además datos construidos como el comportamiento de pago o el comportamiento transaccional, es decir, el tipo de operaciones, lugares, frecuencias, etc. y los datos procesados, aquellos que han sido objeto de análisis para la toma de una decisión, como los procesos de vinculación o la generación de un perfil de riesgo para efectos de acceder a un crédito o a una inversión.

Solo imagine que bueno sería no tener que pasar los mismos papeles una y otra vez a las instituciones financieras para el estudio de un crédito, producto o servicio y que sólo fuera necesario dar una autorización para que se accediera a toda la información que reposa en múltiples fuentes, que no sólo la tienen, sino que ya la han analizado y procesado.

Y si además esa información pudiera ser complementada con otro tipo de datos, como hábitos y comportamientos de pago, para que la decisión que está por tomar una institución financiera, contara con más elementos de análisis que no sólo permitieran la aprobación del producto o servicio, sino el ofrecimiento de tasas o comisiones más favorables; y es que si varias entidades financieras tuvieran esta información, la búsqueda y conservación del cliente fomentaría un tipo de competencia que al final provocaría mejores condiciones a favor del usuario.

Como este caso básico, muchos otros serían los modelos y posibilidades, entre ellos, la agregación de información, que consiste en la posibilidad de tener toda la información financiera (cuentas, créditos, tarjetas de crédito, inversiones, etc.) en un solo lugar, aunque sean de diferentes entidades; o servicios como la iniciación de pagos, que agilizan el procesamiento y en estricto sentido disminuirían costos, generando eficiencias importantes en el mercado. Lo anterior soportado en tecnologías que hagan eficientes, automáticos y escalables los procesos, sin ello, sería imposible hablar de una verdadera apertura de datos.

Lo que sigue, es todo un reto, serán las autoridades y los participantes del mercado quienes desarrollarán este camino, las primeras estableciendo las reglas y estándares técnicos necesarios para que las autorizaciones y conexiones, entre otros, protejan los datos de los usuarios y sirvan a las finalidades por ellos previstas en cada situación y los segundos, implementando y creando un ecosistema abierto de datos que genere oportunidades, negocios y bienestar para todos.

Mientras tanto, Payvalida viene fortaleciendo la base técnica y humana necesaria para participar de este importante reto en beneficio del sistema financiero, la sociedad en general y, sobre todo, de sus clientes y aliados para permitir el acceso a este nuevo mundo de oportunidades.

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